martes, 14 de enero de 2025

Sin pensarlo dos veces. Nos marchamos de nuevo a Pegotes de Cámara.

 Las paredes, a menudo silenciosas testigos de nuestro paso por el mundo, esconden una historia fascinante en las inscripciones que las adornan. Las fotografías nos revelan una evolución en estos mensajes, desde los garabatos espontáneos y cargados de emoción de los soldados, que reflejan momentos de incertidumbre y esperanza, hasta las inscripciones más elaboradas, que denotan una reflexión más profunda sobre la vida, la sociedad y la política. La presencia de un mensaje datado en 1962 es un recordatorio tangible de la longevidad de estas marcas, desafiando el paso del tiempo y convirtiéndose en cápsulas del tiempo que nos conectan con generaciones pasadas.





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