“No
habrá compromiso ni tregua, seguiré preparando mi avance hacia Madrid (…)
Salvaré a España del marxismo, cueste lo que cuente”. Con estas palabras, el general
Francisco Franco respondió al cronista estadounidense Jay Allen en una
entrevista para el Chicago Daily Tribune, publicada en junio de 1936. Segundos
después, el periodista le preguntó “¿eso significa que tendrá que matar a la
mitad de España?”. Franco esbozó una sonrisa descreída y agregó: “Repito,
Cueste lo que cueste”.
A escasos kilómetros de la localidad pacense de Casas
de Don Pedro se encuentra la finca de La Boticaria, un cortijo tradicional
extremeño rodeado de olivos para la producción y posterior venta de aceite. A
finales de marzo de 1939 las tropas franquistas lo habilitaron como campo de
concentración provisional has su posterior desmantelamiento en julio de este
mismo año. Por él pasaron alrededor de 4.000 reclusos. Algunos de ellos fueron
fusilados en el olivar. Hoy La Boticaria es una residencia particular, un
posible lugar de la memoria, efectos de la recién aprobada Ley de Memoria
Histórica de Extremadura y un yacimiento de restos romanos.
Junto a la localidad pacense de
Montijo se ubica la finca de “Las Majadillas”. Actualmente, el predio está
dividido en tres partes donde aún se conservan parte de los imponentes
barracones que dieron cobijo a 1.443 presos político. Estos llegaron “Voluntariamente”
desde distintas Cárceles del país. Su único cometido fue construir el Canal de
Montijo.
Felicitar desde aquí, a MARÍA ISABEL ARENAS VALLIDO. Por este gran trabajo que expone la realidad existente de estos lugares, que permanecen en propiedad privada y que aún se conservan, en algunos caso mal. Pero que pertenece a la historia contemporánea de nuestra tierra,
Aprovechó desde aquí y después de haber leído este trabajo, para exponer que esto mismo ocurre con los vestigios, sobre las líneas del frente, en nuestra provincia, que al encontrarse en propiedades privada no son accesibles, para el conocimiento de esta parte de la historia, como ya he dicho.
Creo que es necesario se aplique la ley y poco a poco recuperar estos vestigios, estos lugares, donde de con una visita guiada, o un centro de interpretación, sería para nuestras futuras generaciones de extremeños, un conocimiento más ajustado a la realidad de lo ocurrido en la guerra civil en nuestra región.
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