lunes, 26 de septiembre de 2022

EL MAYOR BUSCADOR DE LA MEMORIA SURGIÓ DE UNA HISTORIA FAMILIAR DE LA REPRESIÓN FRANQUISTA

 


jueves, 22 de septiembre de 2022

EL MAYOR BUSCADOR DE LA MEMORIA SURGIÓ DE UNA HISTORIA FAMILIAR DE LA REPRESIÓN FRANQUISTA

Hernan Fernandez-Barriales Lopez (34 años) comenzó a investigar la historia de uno de sus bisabuelos y decidió crear una herramienta para facilitar a otras personas el complicado proceso para encontrar documentación sobre familiares víctimas de la represión franquista.

ARMH-.

Tras la presentación de un libro dos personas conversan en un bar. Están intercambiando información acerca de lo que les ocurrió a sus familias tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Una de ellas ha recuperado los restos de su abuelo de una fosa y ha investigado lo que le ocurrió. La otra apenas sabe, su familia no ha contado nada, pero siempre ha sospechado que no es una simple desgana de hablar de esos años; piensa que le están ocultando algo. La que sabe pide el nombre de ese abuelo cuya vida es un misterio para su nieta. Coge el teléfono móvil, entra en la web buscar.combatientes.es, teclea el nombre y los apellidos y siente emoción cuando dice: “Tiene un juicio sumarísimo en el archivo del Tribunal Militar Territorial número 1 de Madrid y dos fichas en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca”.

Domingo López Blanco 

Las familias de represaliados por la dictadura franquista suelen tener un largo camino para encontrar documentos y certezas. Ahora cuentan con una web que les orienta en esa búsqueda, un portal que aglutina 5.000.000 de referencias y es la puerta de entrada, para mucha gente, en el conocimiento de qué les ocurrió a sus antepasados.

¿Cómo arranca ese proyecto que no nace de un experto informático en manejo de bases de datos?

Desde pequeño en mi familia se contaba un poco con la voz baja, no se hablaba mucho de ello, que a mi bisabuelo Domingo “lo había fusilado Franco”. Eso es lo que yo escuchaba de niño y me imaginaba a Franco directamente matando a mi bisabuelo. Era algo que se contaba en familia pero nadie se atrevía a hablar de ello con otra gente.  Siempre fue así un poco como un misterio, pero he tenido la suerte de haber conocido a mi bisabuela (su mujer), y a mi abuela (su hija) y que ella me contara que fue fusilado en 1941, en Mérida, después de un juicio sumarísimo y que está en una fosa del cementerio de Mérida… pero no tenemos mucha esperanza de recuperar sus restos porque parece que han construido nichos encima.

Tengo mucha relación con mi abuela Isabel (la hija de Domingo), con la que hablo casi todos los días. Tenía diez años cuando asesinaron a su padre y recuerda algunas cosas. Esa parte de mi familia es de Valdecaballeros.

La verdad es que siempre había esa sensación de que mi bisabuelo habría hecho algo malo, porque la gente no se atrevía a hablar de ello. Pero en 2017 me puse a investigar sobre la familia en general, no en especial sobre la guerra, pero claro, es un punto muy importante en nuestra historia reciente y me dio por intentar averiguar más cosas sobre mi bisabuelo.  Y gracias a esto pudimos darnos cuenta de que no solo no había nada de lo que avergonzarse, si no que su actuación tanto antes como durante la guerra merecía reconocimiento, y que su trágico final fue tan injusto como el de tantísimas otras personas que no quisieron apoyar el golpe de estado franquista. En la recuperación de su historia jugasteis un papel muy importante Natalia Lemos (de combatientes.es) y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Entre los dos, respondiendo a las preguntas que os hice, me orientasteis y pude consultar la documentación a su nombre que existía en el Archivo General e Histórico de Defensa, en el Centro Documental de la Memoria Histórica, escribí a instituciones penitenciarias, rellené el formulario del grupo de trabajo de la ONU e hice varias consultas siguiendo vuestros consejos y vuestra experiencia.

En el momento en que empecé a leer un poco me quedé impresionado y decidí seguir investigando no solo directamente sobre mis abuelos, sino mucha otra gente de la familia, que no se sabía, pero que también habían sufrido las consecuencias de la represión.  Por ejemplo, el padre de mi bisabuelo estuvo en la cárcel un año, con 65 años, acusado de hacer guardia con armas. En el expediente del juicio este reconocía haber estado una vez a la puerta del pueblo con una garrota, pero eso era todo. O la espeluznante historia de 5 chicos de entre 18 y 30 años de la misma localidad de Valdecaballeros, quienes en febrero de 1941 fueron acusados de robar dos cabras de un cortijo cercano, responsabilizándoles de ayudar a los “huidos de la sierra”, y fueron fusilados tan solo tres meses después en Castuera.


Portal del buscador https://buscar.combatientes.es/

En el Instituto tuvimos la clásica asignatura de historia en la que nunca había tiempo para pasar de 1920. Así que cuando empecé a leer sobre el tema me enganché y cuando intenté averiguar más sobre cómo afectó a mi familia me topé con todos los problemas que se encuentra todo el mundo; es muy difícil acceder a los datos aun estando estos disponibles. Así está diseñado el sistema, para que se quede la mitad de la gente por el camino y tiren la toalla.

Entonces seguí investigando por mi cuenta la historia de mi familia y en el año 2020 hice un curso online de ciencia de datos. Era un curso de iniciación, impartido por IBM de forma remota. De una forma muy básica, introducía algunas de las herramientas de código abierto, como Python y SQL, y demostraba como podían utilizarse para infinidad de proyectos relacionados con el tratamiento de datos. Esa es mi única formación como “informático”. Tenía que hacer un trabajo práctico y decidí extraer los datos del Tribunal Militar Territorial 1º, creando un buscador muy sencillo, que además agrupase los registros de forma que salieran juntas todas las personas juzgadas en el mismo procedimiento. Le conté lo que estaba haciendo a Natalia Lemos y me ofreció usar su servidor donde ya tenía la página de Combatientes.es. Desde entonces colaboramos de esta forma, y poco a poco voy mejorando la interfaz del buscador y añadiendo datos.

¿Y ahora te ayuda gente o eres un lobo estepario?

Un poco lobo sí, en lo que es la web en sí soy yo el único que mantiene el código de la base de datos. Pero también hay mucha gente ayudando a ampliar la base de datos a través de la indexación de documentos inéditos. Es un proyecto que empezamos en junio del año pasado, y que consiste en recoger fuentes que están disponibles online pero no están indexadas (o sea, que para dar con ellas hay que ir leyendo los registros uno a uno, no se pueden buscar automáticamente). Nos conocimos a través de un grupo de Facebook que se llama “Buscando Desaparecidos de la Guerra Civil española”. En el había alguna gente que utilizaba el buscador y me preguntaba cómo podía ayudar. Entonces les expliqué que tenía un montón de documentos que había ido encontrando y que no estaban indexados. Podían ser miles de páginas con nombres y lo que había que hacer era meterlos en una base de datos, uno por uno. Así que gracias a un grupo de unas veinte personas hemos indexado unos 250.000 nuevos registros en un año. Me gustaría reconocer su ayuda mencionando sus nombres, ya que de forma totalmente desinteresada y con una impresionante ética de trabajo han hecho posible que un gran número de documentos se encuentren disponibles para familiares e investigadores. Ellos son; Rosbita Fernández, Esteban Garrido, Álvaro González, Pili Italiani, Elena Lafuente, Pilar Revert, Jesús Romea, Francisco Saban, Ester Salto, Shanti Vega, Aurora Vergara, Agustín, Alberto, Begoña, Carlos, Leticia, Maribel, Natalia, Pedro y Savina.

¿Cómo trabajáis, digo tenéis una red habláis juntos en algún momento o tú repartes trabajo?

Tenemos un grupo de Messenger y desde ahí nos ponemos de acuerdo en que documentos vamos a trabajar, cuando hay alguien nuevo le explicamos cómo funciona el proceso de indexación… Luego tenemos un listado con todos los documentos que hemos ido encontrando y que están pendientes de indexar. Cuando uno tiene tiempo libre indica de qué documento se hace cargo, para que no se duplique el trabajo, y se pone manos a la obra. Cada documento tiene un código y en todo momento sabemos quién está trabajando con él.  Antes de colgar listados nuevos en el buscador hago una última revisión, leyendo línea por línea, confirmando nombres y corrigiendo alguna errata. No soy un experto en la materia, ni mucho menos, pero es tan sencillo como tener un excel con la información separada por nombre y apellidos, lugar de procedencia, y cualquier dato extra que pueda resultar de interés para la investigación, y luego eso lo subes a una base de datos que está online. Digamos como si fuera un excel al que se puede acceder desde cualquier punto. Y luego eso lo tienes que convertir en algo que sea más o menos agradable a la vista, pero es básicamente un excel porque detrás hay listados, listados y listados. Eso es sí, ahora mismo es un listado con 5 millones de filas.

Hernan Fernandez-Barriales Lopez

Llama la atención que en tras dos décadas del siglo XXI esta iniciativa surja a partir de una búsqueda familiar…

Digamos que sorprende que no haya hecho esto algún organismo oficial, porque muchos de esos datos ya los tiene el Estado; muchos son de sus bases de datos. Incluso algunos de los buscadores de administraciones públicas tienen errores. Por ejemplo, hay uno sobre las pensiones que se daban desde el Ejército de la República a desaparecidos o muertos en combate. Cuando metes un nombre en el buscador solo te devuelve el resultado si escribes el primer apellido, el segundo y el nombre, con una coma separando los apellidos y el nombre, y con un espacio antes y otro después de la coma. Es decir, tiene que ser escrito de esa forma súper específica para arrojar resultados, y así mucha gente no consigue acceder a algo que sí que está disponible online. Tampoco es comprensible que las instituciones tengan los buscadores tan segregados y en vez de agruparlos haya 20 buscadores oficiales y que cada uno funcione por su cuenta. Y no es por falta de interés de la gente, porque buscar.combatientes.es está recibiendo unas 3000 visitas únicas diarias.

Si tienes una planificación por delante, ¿de dónde estáis recogiendo datos ahora mismo?

Fundamentalmente a través de Google y de recomendaciones de gente que utiliza el buscador y dice que tal o tal listado está disponible. También de bases de datos que cuando tengo tiempo voy mirando. Otro lote lo tenemos identificado en el BOE, donde hay listados de penados puestos en libertad condicional. Ya hemos transcrito los nombres de todas las personas que obtuvieron la libertad condicional entre 1940 y 1941. Es un trabajo pesado porque se trata de ir transcribiendo nombres línea a línea, y ahora mismo debemos tener 65.000 referencias del BOE en el buscador. Vamos apuntando nombre y apellidos y luego llevamos a cabo una revisión porque siempre puede haber errores de transcripción. Luego hay otro tipo de listados que son más fáciles de copiar y pegar con una pequeña revisión. Y estamos siempre abiertos a nuevas fuentes que nos digan o que encontremos.

En la web tenéis un formulario de contacto. ¿Qué tipo de cosas os escriben?

Estoy sorprendido gratamente porque no he recibido ningún correo de los que me esperaba, de gente que no le gusta mucho que la gente averigüe sobre sus familias. Pero sí recibo unos cinco mensajes diarios preguntando por información sobre cómo acceder a los documentos, o solicitando algunos documentos que tengo yo en un archivo personal. Es lamentable la falta de información digitalizada. El Tribunal Militar Territorial nº 1 tiene digitalizado aproximadamente el 1% de los procedimientos sumarísimos, en la Biblioteca Virtual de Defensa. Son unos 3.000 de los aproximadamente 300.000 que tienen en el archivo, y que aportan una información valiosísima a familiares de represaliados de las comunidades de Madrid, Extremadura, Castilla la Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia.

¿Y cómo imaginas el futuro del buscador?

Ahora porque no tengo demasiadas obligaciones puedo dedicarle tiempo, pero poco a poco me imagino que tendré menos posibilidades de echarle horas. Entonces estoy intentando mejorar el buscador tanto como me sea posible, para que cuando me falte el tiempo siga funcionando y ayude a cuanta más gente mejor.

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BIOGRAFÍA DE DOMINGO LÓPEZ BLANCO

Nació en Valdecaballeros (Badajoz) el 20 de diciembre de 1904, hijo de Elías López Barrero y Fidela Blanco Chamero. Era el segundo de 5 hermanos. Conoció a su futura mujer, Francisca Parralejo Leal, al trabajar ambos en casa del juez municipal. Tuvieron tres hijos, Martín (1928), Isabel (1931) y Juan Antonio (1936).

Al comenzar la guerra, Domingo formó parte del Comité de Defensa de la República, de la Sociedad Obrera Socialista “La Agricultora”, y de la Casa del Pueblo. El 8 de febrero de 1937 se disuelve el Comité y pasa a integrar el Consejo Municipal como Vicepresidente segundo. En los primeros meses de la guerra, las tropas franquistas toman casi la totalidad de Extremadura, siendo Valdecaballeros una de las pocas poblaciones que se mantuvieron en poder republicano. Los pueblos vecinos de Cañamero y Guadalupe pasan a manos franquistas, por lo que se establece un frente en las afueras de la localidad.


Hasta el momento de ser llamada su quinta, Domingo compagina sus tareas en el Consejo Municipal con su trabajo en el campo. Las condiciones en Valdecaballeros eran complicadas; la situación del frente a escasos kilómetros durante un periodo de 2 años suponía tener una importante presencia militar, y recibir un gran número de refugiados procedentes de los pueblos tomados por los franquistas. En casa de Domingo se acogió a una familia de refugiados, hasta que en abril de 1938 se recibe una orden de “evacuación inmediata de los refugiados y personal no productor de la localidad”.

En mayo de 1938, la quinta de Domingo es llamada a filas, encuadrándose este en la compañía de zapadores de la 46 Brigada Mixta (comandada por el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros). Hasta la finalización de la guerra, esta brigada pasará por el Puente del Arzobispo, el Puerto de San Vicente, y Navahermosa. Valdecaballeros será tomada por los franquistas el 13 de agosto de 1938, lo que resultará en el encarcelamiento de un gran número de habitantes del pueblo que habían decidido no seguir las órdenes de evacuación. Entre los encarcelados se encuentran la mujer de Domingo (junto a su hijo menor de tan solo 2 años de edad), quienes pasarán alrededor de un año en diversas cárceles.

Domingo se entrega a la Guardia Civil de la vecina localidad de Castilblanco (Badajoz) el 31 de marzo de 1939. Después de un mes en la cárcel municipal, donde pudo ser visitado por su hija Isabel en varias ocasiones, es enviado al Campo de Concentración de Castuera junto a su hermano Antonio. Ambos serán enviados en Octubre al Batallón de Trabajadores 169, en Navarra. Tras pasar el invierno en la Prisión Provincial de Pamplona, se les envía de vuelta a la Prisión de Badajoz el 5 de marzo de 1940, donde se le seguirá procedimiento sumarísimo, por el cual es condenado a muerte. De nada sirven los testimonios de gente de derechas de Valdecaballeros que afirman que Domingo intercedió a su favor durante la guerra. Es fusilado en las tapias del cementerio de Mérida en la madrugada del 10 de julio de 1941, dejando a su mujer viuda a los 33 años, y a sus tres hijos huérfanos a los 5, 10 y 13 años de edad.

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