¡La historia nos aguarda en Benquerencia de la Serena, y esta vez, el eco es doble! Hoy, al adentrarme en la carpeta de este enclave monumental, mi atención ha sido, inevitablemente, secuestrada por la imponente silueta del castillo medieval. ¿Cómo ignorar su pétrea majestuosidad?
Sin embargo, en el vasto archivo de guerracivilenbadajoz.com, esta fortaleza ha solido aparecer como un mero telón de fondo. ¡Pero ya no más! Es hora de que emerja del anonimato su secreto más fascinante: el búnker observatorio y defensivo de fusilería que se anidó, casi simbióticamente, en sus históricas murallas.
Esta estructura del siglo XX, una cicatriz de la guerra civil española, no es un simple añadido; es un puesto estratégico que se apropia de una visión milenaria. Desde allí, el panorama de la Comarca de La Serena es, sencillamente, impresionante, un dominio territorial que quita el aliento.
Nuestro enfoque es la clave: la colisión de siglos. Imaginen la superposición de defensas: una fortaleza nacida en el siglo XIV para desafiar a la Edad Media, reutilizada y reforzada con hormigón en el siglo XX para librar la guerra moderna. Es un diálogo mudo entre espadas y fusiles, entre el caballero y el miliciano.
Las imágenes que atesoramos datan, en su mayoría, de 2009 —aunque el lugar nos ha llamado a realizar más visitas en los años sucesivos—, capturando esta increíble yuxtaposición.
Un solo lugar, dos épocas, un mismo grito de resistencia. ¡Preparaos para que este contraste os llegue a lo más profundo!
El Castillo de Benquerencia de la Serena es principalmente una fortaleza del siglo XIV, aunque tiene un origen musulmán; fue conquistado por Fernando III en 1236 y entregado a la Orden de Alcántara, y se le hicieron reformas sucesivas hasta finales del siglo XVII.
Función táctica del búnker
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Puesto de Observación y Fuego (Fusilería/Ametralladora): El búnker construido en la muralla no es una simple posición para un único tirador, sino un puesto fortificado de observación (observatorio) y de fuego de fusilería o ametralladora (defensivo). Su ubicación le otorga un campo de tiro y visión inigualable sobre la planicie de La Serena que se extiende hacia el norte y el este, donde se situaban las líneas republicanas tras el cierre de la bolsa.
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Control del territorio: Al integrarse en una estructura medieval, la posición garantizaba el máximo dominio visual sobre las vías de comunicación y los movimientos de tropas en el llano. Esto era esencial para la logística y la alerta temprana en una zona que, si bien estaba “asegurada” por los franquistas, permanecía tensa hasta el final de la guerra. La atalaya medieval pasó a ser el punto de mira de la guerra moderna.
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Diseño: A diferencia de los búnkeres lobulados que se encuentran cerca del río Zújar (construidos para campos de tiro más amplios), la estructura de Benquerencia es un añadido que aprovecha la masa y la altura preexistentes del castillo. Este diseño minimalista subraya la urgencia y la economía de medios para establecer un puesto de observación y tiro rápido, esencial para completar la línea del frente.
El mapa, titulado “EJÉRCITO DEL CENTRO, E.M. 2.ª SECCIÓN, Situación de las unidades enemigas del frente de Lújar en 31-8-1938”, muestra la disposición de las unidades militares (Brigadas Mixtas o B.M.) del ejército republicano (el “enemigo” desde la perspectiva del Ejército del Centro franquista que elaboró el mapa) después del cierre de la Bolsa de la Serena.
La línea de frente, marcada por la distribución de las unidades, se presenta como un amplio semicírculo o arco que se extiende principalmente en las provincias de Badajoz y Ciudad Real (zona de Lújar/Cabeza del Buey) y puede describirse de la siguiente manera, yendo de oeste a este:
- Sector Occidental (Campanario / Orellana):
- La línea comienza cerca del Río Guadiana y la zona de Orellana la Vieja.
- Se localiza la B.M. 52 cerca de Campanario.
- La línea de frente avanza hacia el sureste con la presencia de la B.M. 58 (y las unidades 107 B.M. y 6 B.M. al norte de ella, quizás en segunda línea o retirándose).
- Sector Central (Oeste de Cabeza del Buey):
- Continúa hacia el este, pasando al sur de la Sierra de la Rinconada y del Rebollo.
- Se encuentra la B.M. 125 en una posición central.
- Sector Oriental (Cabeza del Buey / Lújar):
- La línea se curva hacia el sur, formando una especie de saliente o defensa concentrada alrededor de Cabeza del Buey y la zona de Lújar.
- Esta es la parte más densamente ocupada por unidades: B.M. 103, B.M. 56, B.M. 158, B.M. 188, B.M. 189 y B.M. 43.
- Al sur de Cabeza del Buey, se observa la 52.ª Div. (191.ª-192.ª), indicando la presencia de una división completa en reserva o defensa.
- Sector Noreste (Norte de Cabeza del Buey / Siruela):
- La línea se extiende hacia el norte, cruzando el río, con la B.M. 81.
- Más al norte, en la zona de Puebla de Alcocer y Siruela, hay unidades dispersas y algunas sin localizar (Sin localizar, Sin localizar):
- B.M. 32, B.M. 60, B.M. 70, B.M. 79, B.M. 92, B.M. 229, B.M. 230, B.M. 248. Muchas de estas aparecen agrupadas y algunas marcadas con interrogaciones y letras (A, B, C, S) indicando confusión o unidades de nueva creación/reorganización tras la batalla.
- En el extremo norte, cerca de Talarrubias, se indican la B.M. 75 y B.M. 166.
En resumen, la línea de frente muestra una posición defensiva republicana establecida tras la ofensiva franquista del mes de agosto (cierre de la Bolsa de la Serena), concentrada y con mayor densidad de unidades alrededor de los núcleos de Lújar y Cabeza del Buey, extendiéndose en un arco desde el Río Guadiana al oeste hasta la zona norte de Siruela y Talarrubias, indicando que el control franquista ha avanzado significativamente hacia el este.
El castillo mantuvo valor estratégico en la Guerra Civil debido a su dominio visual del territorio y su proximidad a los aeródromos y frentes de La Serena, lo que explica que se invirtiera en esta obra moderna sobre una estructura medieval casi arruinada.La
La casamata habría servido como punto de observación avanzada para artillería y vigilancia, enlazando visualmente con otros cerros y posiciones defensivas de la comarca, encajando en la red de fortificaciones que se levantan en La Serena durante el conflicto.
I. El golpe inicial y el colapso republicano (del 20 al 24 de julio)
El asalto franquista, ordenado por Queipo de Llano, se inició el 20 de julio de 1938 con un ataque coordinado:
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Avance convergente: Las tropas nacionales (Divisiones 74, 11 y 19, más la 122) atacaron desde el norte y el sureste (cruzando el Zújar).
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Ruptura del frente: El avance fue fulminante, rompiendo líneas republicanas en el río Ruecas (I Brigada de la 11.ª División) y en el Zújar.
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Objetivos clave tomados: La caída de Monterrubio (22 de julio) y, sobre todo, de Castuera (23 de julio), el nudo de comunicaciones vital, desmembró la capacidad de defensa del Ejército Popular.
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Cierre de la Bolsa: La ofensiva culminó el 24 de julio con la toma de Campanario y Magacela, lo que selló el cerco. Miles de soldados republicanos quedaron “embolsados” y se inició una brutal fase de “limpieza” de la zona por la División 21, así como un éxodo masivo de población civil (incluyendo los dirigentes de Benquerencia), que huían hacia Almorchón y tierras manchegas.
II. La Resistencia y el Contraataque Republicano (Agosto 1938)
Tras el colapso inicial, el mando republicano (General Miaja, Coronel Burillo, Coronel Prada) reaccionó reorganizando sus fuerzas y planificando una contraofensiva:
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Reorganización: Se intentó crear una reserva fuerte (División Zújar) para defender el nudo ferroviario de Almorchón (20 de julio).
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Llegada de refuerzos: A partir del 16 de agosto, el Ejército Popular de Extremadura recibió refuerzos vitales procedentes del Frente de Levante (Divisiones 71, 28 y 52).
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Contraataque planificado: El 22 de agosto, el coronel Prada ordena un contraataque ambicioso con objetivos claros: envolver el saliente nacional de Cabeza del Buey, retomar Castuera y pasar el río Zújar. El plan implicaba que la División 19 se estableciera en las sierras de Castuera y, notablemente, de Benquerencia.
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Avance temporal: El avance fue inicialmente exitoso (23-24 de agosto), logrando que las fuerzas nacionales (112 y 122) retrocedieran hasta una línea defensiva que iba de Almorchón a Castuera. Los nacionales se hicieron fuertes en las sierras de Benquerencia, Buitrera y Tiros (25 de agosto), recibiendo refuerzos cruciales desde el frente del Ebro.
III. Estabilización del frente y guerra de desgaste (septiembre-octubre 1938)
A principios de septiembre, a pesar de los esfuerzos republicanos, la línea del frente se estabilizó:
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Frente estabilizado: Para el 15 de septiembre, el frente quedó consolidado en cuatro sectores, manteniendo los nacionales en su poder el crucial saliente de Cabeza del Buey.
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Victoria Estratégica Nacional: Aunque el avance republicano detuvo la segunda ofensiva franquista, el objetivo principal nacional se había logrado: la "Bolsa de La Serena" fue cerrada, asegurando una vastísima porción de Extremadura.
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Guerra de guerrillas: La actividad se mantuvo en forma de guerrillas en las sierras de Tiros y La Serena (14 de octubre), formadas por soldados embolsados y campesinos de la zona, una evidencia de la brutalidad de la “limpieza” nacional.
IV. Epílogo: El intento de Valsequillo (enero 1939)
El último gran esfuerzo republicano en Extremadura se produjo el 5 de enero de 1939 (Ofensiva de Valsequillo/Peñarroya). A pesar de un avance inicial, el contexto desesperado en Cataluña y los refuerzos masivos enviados por Queipo de Llano (80.000 hombres en el eje Castuera-Monterrubio) paralizaron la operación, que ya era estratégicamente inútil.
En resumen, Benquerencia de la Serena no es un mero escenario; es un punto táctico elevado (como evidencia el búnker que nos ocupa) que formó parte de la última y más sangrienta línea de defensa franquista, tras asegurar el colapso del frente republicano en la comarca de La Serena.





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